miércoles, 26 de enero de 2011

*/ Eugenio De Andrade y Su Oficio De Paciencia /

ASÍ SEA
La tierra es buena, y el cuerpo
aunque bastardo
trae consigo patios
y caballos. La multiplicación
de la luz vuelve más limpio el aire,
hasta incluso la liebre
salta el heno.
Conténtate con ser, hoy
mañana
otro día, esta luz breve.
LA SÍLABA
Toda la mañana he buscado una sílaba.
Es poca cosa, es cierto: una vocal,
una consonante, casi nada.
Pero me hace falta. Yo sólo sé
la falta que me hace.
Por eso la buscaba
con obstinación.
Sólo ella me podía defender
del frío de ENERO, del calor
del verano. Una sílaba.
Una única sílaba.
La Salvación.
lugar de la luz
Despues de rasgar el agua.
Después.
Cuando el aroma de la estrella
de la tarde anuncia
la resurrección del trigo.
Después de la última casa, lugar
de la luz. Donde el bastardo
corazón recomienza
a cantar con el verano.
Después de haber subido el silencio
a los mástiles, y el ojo de la cal
haberse ahogado.
Después. Después
SOBRE EL CORAZÓN
Eras la casa, el hogar
donde el sol
ardía sobre la piedra,
la piedra sobre el mundo,
el mundo sobre el corazón.
Cómo podías, una
a una, soportar las lágrimas
del mundo, nadie lo sabía:
el lugar del sol
era la casa - y ardía.

*/ LOS BENEFICIOS DE AMAR A LOS DEMÁS /

Una de las razones por las que hemos de estimar a los demás
es que es el mejor método para solucionar tanto nuestros
problemas como los suyos. Las preocupaciones, el malestar
y la infelicidad son sensaciones que no existen separadas
de la mente. Si estimamos a todas las personas
con las que nos relacionamos, no sentiremos celos,
odio ni otras perturbaciones mentales y
disfrutaremos de una mente apacible.
Los celos, por ejemplo, hacen parte de una mente
que no puede soportar la buena fortuna de los demás,
pero si amamos a alguien, ¿cómo nos va a molestar
verlo feliz? Si consideramos que la felicidad de los demás
es importante, ¿cómo vamos a desear perjudicarlos?
Si estimamos de verdad a los demás, actuaremos siempre
con amabilidad y consideración, y ellos nos responderán
con bondad.
Los demás no nos perjudicarán y no tendremos peleas
con ellos. Les resultaremos agradables y nuestras
relaciones serán satisfactorias y estables.

Estimar a los demás también nos protege de los problemas
que produce el apego. A menudo tenemos demasiado
apego a una persona que creemos que va a reducir nuestra
soledad y nos va a hacer sentir cómodos y seguros.
Sin embargo, si estimamos a todos los seres, nunca nos
sentiremos solos. En lugar de depender de otras personas
para colmar nuestros deseos, las ayudaremos a satisfacer
los suyos. Al estimar a todos los seres sintientes,
solucionaremos nuestros problemas porque estos
provienen de nuestra estimación propia.

Por ejemplo, si nuestro compañero nos abandona por
otra persona, lo más probable es que nos enfademos,
pero si sentimos aprecio por ellos, nos alegraremos
de que sean felices.

No tendremos celos ni nos deprimiremos y, aunque la
situación constituya un desafío para nosotros,
no se convertirá en un problema.

Estimar a los demás es la protección suprema contra
el sufrimiento y nos ayuda a mantener la
calma en todo momento

miércoles, 19 de enero de 2011

*/ 1946 - Harijan Maharaj - 1990 / Una Lección De Coraje y Humildad

H eredero Divino del Amor puro
A
ngel guerrero, Luz de compasión
R
efulges en el corazón de Tus devotos
I
lustre amigo, abrigo del desamparado.
J
unto a Tí mi alma anhela el Bhakti Supremo
A
brazar Tus pies y volar en la danza de Tu Harinam
N
ecio mi corazón implora Tu cuidado

M rigesha, Dulce Protector de los Animales
A Tus pies mi alma se rinde a Tu refugio de
H umildad. En la huella de Tus pasos se ahogan mis
A flicciones y en el ejemplo de Tu servicio
R ebelde mi corazón sacude sus cadenas
A ngel protector, Amigo de los caídos
J ubilosa mi alma anhela Tus bendiciones

********** JñanaSindhu-Das/Varsana/2010






*/ Cambio Climático y Efectos Sobre Calentamiento Global

Por la magnitud del cambio climático en el pasado de la Tierra, las futuras temperaturas podrían aumentar más de lo que se ha proyectado, como lo hicieron hace entre 30 y 100 millones de años, si la sociedad continúa emitiendo gases de efecto invernadero al mismo ritmo. Así lo confirma la revista Science en un estudio realizado por el Centro Nacional de Investigación Atmosférica de EEUU(NCAR, por sus siglas en inglés).

Los investigadores, liderados por Jeffrey Kiehl, investigador en el NCAR, examinaron la relación entre las temperaturas mundiales y los altos niveles de dióxido de carbono de la atmósfera de hace decenas de millones de años.

Según el equipo de científicos, si las emisiones de CO2 continúan al ritmo actual hasta finales del siglo XXI, las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero alcanzarán niveles de hace entre 30 y 100 millones de años, cuando las temperaturas del planeta estaban, de media, a 16ºC por encima de los niveles preindustriales, es decir a 31ºC.

“Las temperaturas del planeta pueden aumentar de forma gradual durante siglos o milenios como respuesta al dióxido de carbono”, explica Kiehl. Según estudios de modelo informático de los procesos geoquímicos, los elevados niveles de CO2 pueden permanecer en la atmósfera durante decenas de miles de años.

Con la quema de combustibles fósiles, los niveles atmosféricos de dióxido de carbono podrían alcanzar de 900 a 1.000 partes por cada millón a finales de este siglo. Los niveles actuales son de 390 partes por cada millón y los preindustriales de cerca de 280 partes por cada millón.

“Si no empezamos a trabajar seriamente para reducir las emisiones de carbono, estamos poniendo al planeta en una posición que la especie humana no ha experimentado jamás”, declara Kiehl, científico climático especializado en estudiar el clima global durante el pasado geológico de la Tierra. “Comprometeremos a la civilización humana a vivir en un mundo diferente durante varias generaciones”, añade.

El pasado de la Tierra como indicador

A través del análisis de estructuras moleculares en materiales orgánicos fosilizados, los investigadores demuestran en Science que es “probable” que los niveles de dióxido de carbono alcanzaran hace 35 millones de años de 900 a 1.000 partes por millón.

Los altos niveles de dióxido de carbono en la antigua atmósfera mantuvieron los trópicos entre 5 y 10ºC por encima de las temperaturas de la actualidad y las regiones polares estaban entre 15 y 20ºC por encima de las temperaturas de ahora.

Kiehl aplicó formulas matemáticas para mostrar que la temperatura media de la Tierra hace entre 30 y 40 millones de años era de unos 31ºC, una temperatura “considerablemente” más alta que la temperatura media preindustrial de unos 15ºC.

El sistema climático del planeta actual podría llegar a ser, durante largos periodos de tiempo, al menos el doble de sensible al CO2 que lo que los modelos informáticos han proyectado, y que se han centrado en tendencias de calentamiento a corto plazo por no han sabido incorporar procesos como la pérdida de placas de hielo.

Fuente: http://www.iagua.es

miércoles, 12 de enero de 2011

*/ MEDITACIÓN EN EL SIMPOSIO / Antonio Colinas

Desmenuzamos el conflicto

De las generaciones literarias.

Fijamos con clavos de rigor

Las palabras de aire de los autores magnificados.

Enfermos de palabrería,

No cesamos de definir sin definir.

Todos hablamos y hablamos y hablamos

Mientras del día el humo hace noche,

Mientras el cieno torna el blanco en negro

Nadie mira hacia el cielo.

Nadie lee en la tierra.

Nadie escucha la agonía

Del murmullo del agua en los manantiales.

Arden quinientos pozos de petróleo.

Otros vomitan de su negro vientre

Sobre blancas arenas, sobre claros corales.

Van y vienen, sin pausa, los políticos,

dan vueltas y más vueltas al planeta,

mas ellos aún no leen

que los coeficientes planetarios

de podredumbre

sean lo suficiente preocupantes.


Esos pozos en llamas son la obra
vívida y trágica de este fin de siglo

.Con sus imágenes de fuego,

Con sus metáforas de muerte,

Ellos son el poema.