
“No basta con que el hombre sea feliz en su carne,
sino que debe ser feliz en su espíritu. Porque sin felicidad y fuerza
espiritual la vida es engañosa. Sin buscar las cosas del espíritu, la vida se
vive a medias y está vacía. Por vida espiritual no quiero decir el apartarse
una hora de un día para estar en adoración, sino buscar las cosas del espíritu
cada hora de cada día. No es
importante lo que alguien recuerde, sino alcanzar a Dios y sostener una
posición positiva del Espíritu Que Mueve Todas Las Cosas, trayendo la
conciencia del hombre más cerca del Creador.
No basta con buscar las cosas del espíritu a un nivel
personal. Es egoísta hacerlo así, y quienes buscan lo espiritual sólo para si
mismos no están buscando cambiar al espíritu que se mueve a través de los
corazones de los hombres. Ellos están escapando, eludiendo su responsabilidad,
y usando su conocimiento para su propia glorificación. Un hombre espiritual
debe trabajar por un principio, por una causa, por una búsqueda mucho mayor que
la glorificación de sí mismo, para cambiar el espíritu que dirige a los hombres
hacia su destrucción.
Intentar vivir una vida
espiritual en la sociedad moderna es el camino más difícil que se puede
recorrer. Es un camino de dolor, aislamiento y pruebas de fe. Pero es el único
camino que puede hacer nuestra Visión una realidad. La verdadera búsqueda en la
vida, es vivir la Sabiduría de la Tierra dentro de los confines del hombre. No
hay iglesia ni templo que necesitemos para encontrar la paz, porque nuestros
templos están en la naturaleza. No hay líderes espirituales, porque nuestros
corazones y el Creador son nuestros únicos líderes. Nuestro número es reducido,
porque pocos hablan nuestro lenguaje o comprenden las cosas que vivimos. Así,
recorrimos solos nuestros caminos, porque cada Visión, cada búsqueda, es única
para cada individuo. Pero debemos caminar en la sociedad, o nuestra Visión
morirá. Porque un hombre que no vive su Visión, está viviendo su muerte.”
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