martes, 20 de julio de 2010

*/ Notas De Ecoportal / Ricardo Natalichio



Pese a las promesas de la revolución verde, luego de mas de 50 años el hambre sigue creciendo en el mundo a un ritmo aterrador. Jacques Diouf, Director General de la FAO, anunció recientemente que hemos batido un triste record del que podemos avergonzarnos: la cifra estimada de personas con hambre ya ha alcanzado la cantidad de 1.000 millones.

El postulado de que los cultivos modificados genéticamente serían la solución al hambre se basó en dos supuestos: que estos cultivos producirían mas que los tradicionales y que el hambre está relacionado con la cantidad de alimento producido. Ambos son incorrectos:

- Es un hecho científicamente demostrado que los transgénicos no producen más que las cosechas no transgénicas, incluso en muchos casos la producción es hasta un 25% menor que la de las variedades tradicionales de la región donde se introducen.

- Y sobre la relación entre hambre y producción de alimentos, en muchos casos los países con mayores porcentajes de hambrientos son, en realidad grandes productores de alimentos, incluso mucho mas de lo necesario para su propia población.

Para colmo de males, a esta danza de mentiras impiadosas, se ha sumado la de los agrocombustibles, que pone en competencia directa la producción de alimentos humanos, con la generación de carburantes para motores. Reduciendo drásticamente la superficie mundial de tierras destinadas al cultivo de alimentos y encareciendo el precio de los mismos.

“La ingeniería genética es una tecnología monopolizada por un grupo pequeño de empresas y la mayor parte del mercado de semillas y agrotóxicos está controlada por tres compañías: Monsanto, Syngenta y Aventis. Éstas se comportan como dictadores de la alimentación: impiden que los agricultores ejerciten su ancestral derecho a guardar, intercambiar y reutilizar sus semillas. Fuerzan a agricultores y consumidores a utilizar y consumir organismos genéticamente modificados. Llevan a los tribunales incluso a quienes infringen sus patentes de manera involuntaria. Socavan las bases de una agricultura social y medioambientalmente sostenible y ejercen influencia política para generar un modelo agrario en el cual los productores se sometan a sus reglas, concentrando cada vez más la riqueza en sus manos.” Según Juan-Felipe Carrasco.

El hambre en el mundo, el padecer diario de esos más de 1.000 millones de personas, que en su mayoría son niños, no es producto de la escasez de alimentos, sino que la principal y casi única causa que es la injusta distribución de la riqueza, propia del sistema económico en que vivimos. No es que no hay alimentos, sino que estas personas no tienen dinero para comprarlos o tierra y medios para producirlos por si mismos. Sin embargo, los agrocombustibles pueden inclinar más aún la balanza de esta peligrosa ecuación.

El aumento en la producción de agrocombustibles tiene una relación directa con la cantidad de alimentos producidos a nivel mundial. Las tierras utilizadas para dar de comer a los motores son en su gran mayoría tierras originalmente destinadas a la alimentación humana y en menos medida obtenidas por la deforestación, que además contribuye a la reducción de los recursos naturales utilizados por los pobladores de la región para su nutrición.

Los intereses económicos en juego son gigantescos y las multinacionales del agronegocio se han encargado durante las últimas décadas a tejer una telaraña de dimensiones planetarias en beneficio de sus propias ganancias, a costa del hambre de la población mundial.

La agricultura debe volver a manos de los campesinos, debe volver a dar trabajo digno a los cientos de millones de familias que han perdido su capacidad de autosustentarse en manos de los monocultivos transgénicos. Debe volver a su tradicional comunión con la tierra, a cuidar del suelo y del agua, de la diversidad biológica y de todos los seres vivos que habitamos este increíblemente generoso planeta.


Fuente: AÑO 11 Nº 443, JULIO 15 de 2010

ISSN 1668-3145

http://www.ecoportal.net/


*/ El Humor De Tute /


viernes, 9 de julio de 2010

*/ ¡ Bienvenidos a Varsana - Jardines Ecológicos !

Existen muchos caminos que conducen a
muchos y muy diferentes lugares

pero a Varsana se llega por el camino del Corazón

por el camino del Amor a Dios

el Único y Real Amor

pues sin Dios, no hay Amor que valga

y todo lo demás no resultan ser más que ataduras
que nos atan al abismo del mundo material
ataduras que nos impiden ver más allá
de nuestra verdadera naturaleza:
La naturaleza del Amor Divino
El parque Krishna Vencedor de los obstáculos
en Varsana no solo nos enseña a detectar en
nuestro interior todo aquello
que nos impide realizar el Amor Divino,
sinó como alcanzarlo
redescubriendo en nuestro interior toda
la dulzura e inocencia de nuestra alma
toda la belleza del Amor Divino
que bajo las brumas de la duda o el temor,
la ira o el dolor, el engaño o el miedo
yace al interior de cada ser
Infinitas cualidades y virtudes que enseñan de Dios
todo lo bello y sublime que nos une a Él
en la eternidad de nuestra alma
El Samadhi-Templo "Unión en Separación" en homenaje
a Srila Harijan Maharaj en Varsana es una muestra
total de la infinita Bondad Divina en la vida y legado
de alguien que hizo de su vida

un ejemplo de realización en la Divinidad
Suprema en la pureza y humildad,
coraje y fortaleza
de Bhakti Bhimala Harijan Maharaj,
primer maestro espiritual
vaisnava de Colombia
Alguien que hizo de su vida un camino
de verdadera realización espiritual

su vida ejemplar ha sido un puente hacia la realización
espiritual de amigos y discípulos

que día a día se acercan a Varsana a conocer
de su vida, legado y enseñanzas

Cada rincón de Varsana - Jardínes Ecológicos
en el Kilómetro 28 - Granada - Cundinamarca
honra la memoria de quien enseñó
que con pureza y humildad la vida
tiene otro valor y significado

cuando la unimos a la causa divina
en unión con la naturaleza
haciendo conciencia de nuestra relación
de Amor y Respeto a Dios y la Humanidad,
a la Madre Tierra y los Animales
Los Sagrados lugares de Varsana

invitan a dicha reconciliación
de Paz y Armonía,

poniendo en el caldero de nuestra existencia
todo lo mejor de nosotros, haciéndo cenizas
aquello que nos impide realizarnos como partes
y porciones de la Divinidad Suprema
Fotos y textos: Kathalejo
Agradecimientos a Varsana, Srila Paramadvaiti Swami
y KrishnaMurti Devi-Dasi

martes, 6 de julio de 2010

*/ La revolución de las energías renovables / Ana Muñoz Álvarez

No podemos dejar pasar el tren de las energías limpias. El calentamiento global, las sequías, las lluvias torrenciales… irán cada vez a más. Todo ello tiene sus efectos en las personas. Sobre todo en las más vulnerables.

“La revolución de las energías renovables será mayor que la de la electricidad, los trenes, los coches y, probablemente, mayor que la de información”, explicaba Nicholas Stern, gurú del cambio climático, a un prestigioso medio de comunicación español. Una revolución, la de las renovables, que afectará a todos los sectores y creará una ola de innovación. Las energías renovables son un sector que tiene que seguir creciendo y que puede llegar a ser un salto en la manera de relacionarnos con el medioambiente. Stern explica que la economía baja en carbono será más silenciosa, limpia, verde, segura… con más biodiversidad y menos dependiente de la energía. Estará más orientada a los ciudadanos, ya que son imprescindibles para reciclar, apostar por el transporte público o para ahorrar energía.

No podemos dejar pasar el tren de las energías limpias. El calentamiento global, las sequías, las lluvias torrenciales… irán cada vez a más. Todo ello tiene sus efectos en las personas. Sobre todo en las más vulnerables.

La economía mundial caerá un 20% si no se frena el calentamiento del planeta. La riqueza de la Tierra se reduciría en más de 10 billones de euros y se produciría un colapso económico similar al crack del 29, según el economista británico. Sin embargo, el coste de las medidas necesarias para reducir la catástrofe medioambiental no superaría el 1% del PIB mundial. Y este momento de crisis nos da la oportunidad para cambiar el futuro y hacerlo más verde. La revolución de las energías renovables ha de ser un motor de crecimiento y una oportunidad para crear una economía sostenible y de respeto al planeta.

El respeto a la Naturaleza tiene que ser hoy una apuesta más que nunca, cuando en nuestras retinas permanece la visión del vertido de petróleo al Golfo de México. El accidente de British Petroleum (BP) se ha convertido en el accidente medioambiental más grave de Estados Unidos, más que el Exxon Valdez o que el Prestige en España.

Ya no vale la idea de quien contamina paga, que tanto gustó en los años 90. El daño del vertido de BP, por ejemplo, no es cuantificable. Miles de barriles de petróleo se vierten cada día, con miles de millones de dólares… también están los millones que BP está destinando a intentar cerrar la salida del petróleo, a ello hay que añadir los miles de millones de indemnizaciones, las pérdidas de la industria pesquera y turística… Y hasta ahí lo cuantificable. ¿Cómo se cuantifica la pérdida de biodiversidad, de la pesca, el daño al fono marino o al paisaje? ¿Qué precio le ponemos a un baño en el mar, a un día en el campo o ver cómo nuestro hijo descubre la Naturaleza?

¿Y “el que contamina paga” significa que si tienes dinero para pagar puedes contaminar todo lo que quieras? Es un sinsentido. Sería similar a lo que ocurre con los Derechos Humanos… Imaginemos que decimos quien “viole los derechos humanos paga”, entonces, ¿si tengo dinero puedo saltármelos a la torera? Pues lo mismo, para el respeto a la Naturaleza que nos hace posible la vida.

Es difícil escuchar que vamos a hipotecar el futuro de las siguientes generaciones porque hay invertir y “gastar” dinero para ser una sociedad sostenible. El ahorro y la eficiencia energéticas, la educación en “lo verde”, el respeto al medioambiente… son medidas que nos harán “ganar” en el futuro.

La humanidad tendremos que afrontar para mantener el planeta Tierra como nuestro hogar: pensar a largo plazo y asumir las responsabilidad de nuestras acciones en el futuro; invertir en nuevas tecnologías más limpias y apostar por las energías renovables; cambiar los estilos de vida, la calidad de vida no tiene que ver con el aumento del consumo, tener más coches, más casas, comer más…; cuidar la naturaleza, los árboles, los bosques, la vegetación, los mares…; y una sociedad civil organizada e implicada, que se moviliza y que exige que se cumplan los acuerdos y que piden responsabilidad a sus políticos para la construcción de un mundo sostenible.

Fuente: http://www.ecoportal.net

http://www.solidarios.org.es