lunes, 30 de enero de 2012

*/ E L O T R O / Iván Drajos


EL OTRO


“…y Jesús pidió amar al otro”



Pensar en el otro


Vivir en el otro


Caminar en los zapatos


del otro


pero primero entender


que más allá del otro


estoy


Yo



Yo,


Que tengo que soportar al otro


Al otro que me soporta a mí


A mí,


Que no he aprendido del otro


Cómo hace para
soportarme.



A mí,


Que ya tan poco me soporto



domingo, 29 de enero de 2012

*/ Los Rostros De Milán Kundera /


"
En la rima y el ritmo hay un poder mágico: el mundo informe al ser apresado en
un poema que responde a reglas fijas se vuelve repentinamente diáfano, regular,
claro y bello. Si la muerte sobreviene precisamente cuando al final del verso
anterior le ha tocado en suerte, hasta ella misma se convierte en parte
armónica del orden establecido. Aunque el poema protestara contra la muerte, la
muerte quedaría justificada, al menos como motivo de una bella protesta. Los
huesos, las rosas, los féretros, las heridas, todo se convierte en el poema en
un ballet y el poeta y su lector son los bailarines de ese ballet. Claro que
los que bailan tienen que estar de acuerdo con el baile. A través del poema,
realiza el hombre su concordancia con el ser, y la rima y el ritmo son los
medios más drásticos de obtener esa concordancia. Y, ¿no necesita la revolución
triunfante la certificación brutal del nuevo orden y, por lo tanto, una lírica
llena de rimas?


(....)

“El hombre que ha
sido desterrado del refugio seguro de la infancia, quiere entrar en el mundo,
pero, al mismo tiempo, le teme, y por eso crea con sus versos uno artificial,
supletorio. Deja que sus poemas giren en torno a él, como las plantas lo hacen
alrededor del sol; se convierte en el centro de un pequeño universo, en el que
nada le es extraño, en el que se siente en su casa, como el niño dentro de la
madre, pues todo está hecho de la misma materia que su alma. Allí es donde
puede realizar todo eso que afuera es tan difícil; allí puede, como el
estudiante Olker, ir con las masas proletarias a la revolución, y como el
virginal Rimbaud, azotar a sus pequeñas amantes, pero esas masas y esas amantes
no están hechas de la materia hostil de un mundo extraño, sino de la materia de
sus propios sueños; son, por lo tanto, lo mismo que él y no interfieren la
unidad del universo que ha construido para sí mismo.”

MILAN KUNDERA, "La Vida Está En Otra Parte"



domingo, 15 de enero de 2012

*/" Él Era Un Devoto De Vrindavana... " / Srila Guru Maharaj

"A mí me da mucho gusto hablar de Harijan
Maharaja, es un tema que nunca me cansa. Este es un día de fiesta para los discípulos, es un día muy especial porque ellos prestan la cuenta a él, ¿Qué
fue de mí después que tú te regresaste a dónde Krishna? ¿Qué fue de mí y tus divinas enseñanzas? ¿Qué fue de mí, de cuidar lo que tú dejaste? ¿Qué fue de mí y cuanto te necesito hoy y para siempre?...

Harijan Maharaja no solamente tenía la
dignidad y la buena conducta de un devoto excelente, él tenía otra cosa: la
devoción pura por Krishna.
Su corazón era
rasika, completamente emocional con Krishna. Él
era un devoto de Vrindavan
.
"

"A mí me da mucho gusto hablar de Harijan
Maharaja, es un tema que nunca me cansa. Este es un día de
as y me iba para Brasil, pero de
una forma en que hasta hoy no me explico. El viaje era vía Bogotá, lo cual es
contradictorio y me quedé una semana en Bogotá con Harijan Maharaja, una linda semana. Estaba Harijan Maharaja, Havy, Illan Chester de presidente, Askalita de sankirtanero y otros. Después volví a ver a Harijan Maharaja en la India y nos recordamos de nuestro primer encuentro, por ese entonces yo estaba viviendo en Brasil, aunque estos eran cortos momentos, se
creó una gran amistad y aprecio, y por arreglos de Krishna yo volví a Bogotá en 1979 para unirme de verdad a Harijan Maharaj en un servicio a Prabhupada."



Fuente:

http://www.gurumaharaj.net/vani/dulces_memorias_harijan.htm



sábado, 14 de enero de 2012

Enero En Eugenio De Andrade

LA SÍLABA
Toda la mañana he buscado una sílaba.
Es poca cosa, es cierto: una vocal,
una consonante, casi nada.
Pero me hace falta. Sólo yo sé
la falta que me hace.
Por eso la buscaba con obstinación.
Sólo ella me podía defender
del frío de Enero, de la aridez
del verano. Una sílaba.
Una única sílaba.
La salvación