LOS QUE DIALOGAN
LOS que dialogan no caminan
El peso de sus egoísmos aporrea la
tierra en cada paso
Su sombra de roja sangre mancha el
rocío y enrojece el camino
El aliento falaz de sus palabras
envenena el aire.
Desata el ciclón irascible de la
algarabía en que desquiciadas y sordas
revolotean las mariposas de la infamia
Añagazas, quimeras y promesas que
maquillan las formas del desastre
Los que dialogan no hablan
La sorda oquedad de sus palabras hace
eco al estruendo de los balazos
Rio de dolor que ahoga del corazón la
paz de las ilusiones
Los que dialogan no dicen nada
Charlas insubstanciales y vacías.
Fayucas del desencuentro
De hueras y vanas palabrejas en la
garrulería indiferente del murmullo
Los que dialogan quedan sin aliento
Coprolalia del estercolero en que
ahítan su gula
los gandules de la buitrera que abrasa
la verborrea del hastío
Hierve la mente enajenada, se crispan
los puños
mientras sobre el gatillo criminal de
la venganza y los decretos
la muerte aprieta sus
desaciertos