Este 21 de mayo, ha ocurrido una muy desafortunada faena en la plaza de las ventas de Madrid. Nuestro muy querido Amigo "Opíparo", un valiente toro del conocido torturador y delincuente -el ganadero Juan Pedro Domecq-, no ha podido acabar definitivamente con el conocido asesino Julio Aparicio, quien desafortunadamente sobrevivió al embiste de nuestro pacifico "Opiparo".
Hay que aclarar que Opíparo, actuó únicamente en defensa propia, luego de ser torturado antes de salir al ruedo, apuñalado profundamente por el picador y luego de que en su espalda clavaran unas varas metálicas puntiagudas que dicen llamar banderillas, las cuales hicieron sangrar profusamente a nuestro amigo Opíparo. Si el pacífico toro no hubiera hecho esto, la intención de su oponente, era la de clavarle una espada de 1 metro en el corazón, así que no había más remedio que defenderse, y si que lo hizo...
Aunque desafortunadamente Opíparo no se pudo deshacer del agresivo torturador, le enseñó con mucho "arte" lo que les espera a los demás toreros que deseen continuar con esta vulgar tradición llamada toreo.
Arriba Opíparo y esperamos que la recuperación de Julio Aparicio sea lenta y dolorosa; y que los morbosos espectadores que frecuentan estos sangrientos espectáculos, los cuales son la versión moderna del circo romano, cada dia sean menos para que un dia podamos decir que en Colombia y en el mundo esta barbara tradición es historia.
Lugar: Madrid, España
No hay comentarios:
Publicar un comentario