EN ABRIL CANTAN
En abril los niños cantan
con la lluvia.
Se suben a las ramas matinales
de los cerezos
y cantan esperando el sol.
Cuando el sol se retrasa
entran cantando en los ojos de Dios.
De noche titilan.
A LA ENTRADA DE LA NOCHE
Huyen ahora, los ojos; huyen
de la luz latiendo.
Están enfermos, o viejos, afligidos,
se defienden de lo que más aman.
Tengo tanto que agradecerles:
las nubes, la arena, las gaviotas,
el color pueril del melocotón,
el pecho acechando entre el lino
de la camisa, la friolenta
claridad de abril, el silencio
blanco sin costura, las pequeñas
manzanas verdes de Cézanne, el mar.
Ojos donde la luz habitaba,
ahora inseguros, tropezando
en el propio aire.
XXII. A UN CEREZO EN FLOR
Despertar, ser en la mañana de abril
La blancura de este cerezo;
Arder de las hojas a la raíz,
Florecer de esta manera o dar versos.
Abrir los brazos, acoger en las ramas
Al viento, a la luz, a lo que sea;
Sentir el tiempo, fibra a fibra,
Eugenio de Andrade (seudónimo de José Fontinhas Rato, poeta português. Nació en Póvoa de Atalaia el 19 de enero de 1923 y falleció en Oporto, el 13 de Junio de 2005)
Nacido en el seno de una familia campesina, heredó de ésta el desprecio por el lujo y la degradación que producen sobre la persona. Defendió la exactitud del lenguaje y no le interesaron nunca el dinero y la fama. Publicó al menos 27 volúmenes de su poesía y su obra ha sido traducida a más de 20 idiomas. .
Andrade está considerado por muchos como la voz más fértil y uno de los poetas lusos, después de Pessoa más universales de las últimas décadas.
Tiene una fundación en Oporto que lleva su nombre. Tras una larga enfermedad y a la edad de 82 años, murió en el 2005 en Oporto.
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