miércoles, 2 de noviembre de 2011

Leonard Cohen y Su Discurso En Los Premios Príncipe de Asturias


"Todo empezó en esta tierra "
LEONARD COHEN

22/10/2011

Discurso pronunciado por Leonard Cohen

en la entrega de los
premios Príncipe de Asturias.


"Es un honor estar aquí esta noche, aunque quizá, como el
gran maestro Riccardo Muti, no estoy acostumbrado a estar ante un público sin
una orquesta detrás. Haré lo que pueda como solista. Anoche no logré dormir,
pasé la noche en vela pensando en qué podía decir hoy aquí. Después de comerme
todas las chocolatinas y cacahuetes del minibar garabateé unas pocas palabras
pero dudo que haga falta referirse a ellas. Obviamente, estoy muy emocionado
por el reconocimiento de la fundación. Pero he venido esta noche a expresar
otro tipo de gratitud que espero poder contar en tres o cuatro minutos.


Cuando estaba haciendo el equipaje en Los
Ángeles me sentía inquieto porque siempre he tenido cierta ambigüedad sobre la
poesía. Viene de un lugar que nadie controla, que nadie conquista. Es decir, si
supiera de dónde vienen las canciones las haría con más frecuencia. Es difícil
aceptar un premio por una actividad que en realidad no controlo. Haciendo el equipaje para venir, cogí mi guitarra Conde, hecha en España hace 40 años más o menos. La saqué de la caja y parecía hecha de helio, muy ligera. Me la puse en la cara y la olí, está muy bien diseñada, la fragancia de la madera viva. Sabemos que
la madera nunca acaba de morir y por eso olía el cedro, tan fresco, como si
fuera el primer día, cuando compré la guitarra hace 40 años. Y una voz parecía
decirme: "Eres un hombre viejo y no has dado las gracias, no has devuelto
tu gratitud a quien la merece: el suelo, la tierra, al pueblo que te ha dado
tanto.


Porque igual que un hombre no es un DNI, una calificación de
deuda tampoco es un país. Ustedes saben de mi fuerte asociación con Federico
García Lorca y puedo decir que mientras era joven y adolescente no encontré una
voz y solo cuando leí a Lorca, en una traducción, encontré una voz que me dio
permiso para descubrir mi propia voz, para ubicar mi yo, un yo que aún no está
terminado.



Al hacerme mayor supe que las instrucciones venían con esa
voz. ¿Y qué instrucciones eran esas? Nunca lamentar. Y si queremos expresar la
derrota que nos ataca a todos tiene que ser en los confines estrictos de la
dignidad y de la belleza. Así que ya tenía una voz, pero no tenía el
instrumento para expresarla. No tenía una canción. Y ahora voy a contarles
brevemente la historia de cómo conseguí mi canción.




Yo era un guitarrista indiferente. Solo me sabía unos
cuantos acordes. Me sentaba con mis amigos, bebía y cantaba, pero nunca me vi
como un músico o un cantante. Un día, a principios de los años sesenta, estaba
de visita en casa de mi madre. Su casa estaba cerca de un parque con una pista
de tenis donde íbamos a ver jugar al baloncesto. Era un lugar que conocía de mi
infancia. Me paseé por allí y encontré a un joven tocando una guitarra
flamenca. Me encantó, estaba rodeado de algunas chicas y me senté a escucharlo,
me cautivaba, yo quería tocar así, aunque sabía que nunca lo lograría.




Me acerqué a él y nos entendimos medio en francés medio en
inglés y pactamos unas clases en casa de mi madre. Era un joven español. Al día
siguiente se presentó. Me dijo: "Déjame escucharte tocar algo". Lo
hice y declaró que no tenía ni idea. Él cogió la guitarra, la afinó, me la
devolvió y dijo: "No suena mal. Ahora tócala de nuevo". No cambió
mucho. La cogió otra vez y me dijo: "Te voy a enseñar unos acordes".
Tocó una secuencia rápida de acordes y luego me explicó dónde tenía que poner
los dedos y me dijo otra vez: "Ahora toca". Pero fue un desastre.



Al día siguiente, empezamos de nuevo con esos seis acordes.
Muchas canciones flamencas se basan en ellos. Al tercer día la cosa mejoró.
Aprendí los seis acordes. Al día siguiente el guitarrista no volvió por casa.
Dejó de venir. Como yo tenía el número de la pensión donde se alojaba fui a
buscarlo para ver que le había pasado. Allí me contaron que aquel español se
había suicidado, que se había quitado la vida. Yo no sabía nada de él, de qué
parte de España era, por qué estaba en Montreal, por qué estaba en la pista de
tenis, por qué se había quitado la vida.


Sentí una enorme tristeza. Nunca antes había
contado esto en público. Esos seis acordes, esa pauta de sonido, ha sido la
base de todas mis canciones y de toda mi música y quizá ahora puedan comenzar a
entender la magnitud del agradecimiento que tengo a este país.



Todo lo que han encontrado favorable en mi obra viene de
esta historia que les acabo de contar. Toda mi obra está inspirada por esta
tierra. Así que gracias por celebrarla porque es suya, solo me han permitido
poner mi firma al final de la última página.



El Príncipe destacó de Leonard Cohen la "fortaleza de una obra
hecha con constancia, talento y sinceridad", y añadió:
"Leer y
escuchar a Cohen es sentir la fuerza de quien escribe y canta directamente para los corazones"
. Además, destacó el sentido del humor y la
"belleza y coherencia" de la obra del canadiense, así como el respeto
que le profesan varias generaciones.


Reseña biográfica

Poeta, novelista y cantante canadiense nacido en Montreal en 1934.
A los 21 años, tras obtener la Licenciatura en Literatura Inglesa por la
Universidad McGill de Montreal, publicó su primer libro de poemas,
"Let
Us Compare Mythologies", en el que deja entrever la influencia que han
dejado en él las religiones católica y judía.
Su obra posterior incluye temas de sexo, amor, religión y política, marcando en
todas el espíritu rebelde que siempre le ha acompañado y su personalidad
depresiva. De esta época son las siguientes obras:
"Flores para
Hitler" en 1964, "La Caja de Especias de la Tierra"
en 1965, "Parásitos del Paraíso" en 1966,
"La Energía
de los Esclavos" en 1969 y sus novelas
"El Juego
Favorito" y "Los Hermosos Vencidos".
En 1990, agobiado por el inconformismo, decidió ordenarse como monje de la
religión Zen. En 1999, después de casi nueve años en el monte Baldy, abandonó
los hábitos para dedicarse de nuevo a la música y la poesía.



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