¡OH, VERDADERO PADRE,
ÑAMANDÚ, EL PRIMERO!
EN TU TIERRA
EL ÑAMANDÚ DE GRAN CORAZÓN,
EL SOL,
SE ALZA REFLEJANDO
TU GRAN SABIDURÍA.
Y COMO TÚ
DISPUSISTE QUE NOSOTROS,
A QUIENES DISTE ARCOS,
NOS IRGUIÉSEMOS,
POR ELLO VOLVIMOS A ESTAR ERGUIDOS
Y POR ELLO,
PALABRA INDESTRUCTIBLE,
QUE NUNCA, EN NINGÚN TIEMPO
SE DEBILITARÁ
NOSOTROS,
PUÑADO DE HUÉRFANOS DEL PARAÍSO,
LA REPETIMOS
AL LEVANTARNOS
AL LEVANTARNOS
POR ESO,
SÉANOS PERMITIDO
LEVANTARNOS
REPETIDAS VECES,
¡OH, PADRE VERDADERO,
ÑAMANDÚ,
EL PRIMERO!
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