El amor, si se oculta, corre un gran peligro
Y sólo confía en aquellos que afrontan el riesgo
La fragancia del amor se expande aún más
cuando el soplo de la calumnia lo extiende,
Como el fuego, que no sirve para nada,
mientras aún se incuba
dentro de las piedras
Y ahora que el carcelero llega,
ahora que los policías se agrupan
y que el delator les ha dado mi nombre,
deseo que mi alma sea dispensada de Tu amor,
-como si yo pudiera- conseguir dispensarme de Ti
¡Oh mi oído y mi vista!-
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