martes, 12 de enero de 2010

*/ ENSEÑANZAS TRASCENDENTALES DE HARIJAN MAHARAJ

Las personas realmente inteligentes deben esforzarse por mantener la sociedad feliz, y al mismo tiempo por elevarla a un nivel espiritual. Esta felicidad no puede obtenerse por errar desde el planeta más bajo hasta el planeta más elevado donde existe el mayor disfrute sensual. En todos esos lugares con el transcurso del tiempo obtenemos sufrimiento, a pesar de que no lo deseemos; quiere decir que cuando venimos a este mundo material, traemos un destino bueno o malo, siempre sujetos a la dualidad del mundo; es decir, al frío o calor, al placer o al dolor, etc.

Tenemos que aceptar el día al igual que la noche, aunque no nos parezca atractiva. Queremos siempre ganar más, también nos toca aceptar la pérdida; nos gusta que nos alaben pero igual nos deshonran. Nos critican y lo tenemos que aceptar. Venimos a disfrutar si traemos buen karma, pero tenemos que aceptar lo opuesto, el sufrimiento: claro, en esta era moderna es más lo que sufrimos que lo que disfrutamos, porque la era está hecha para afligir a la entidad viviente, para reformarla mediante el sufrimiento. Incluso, una persona puede esforzarse mucho pero no ha sido destinada a disfrutar más. Vemos a gente rica, muy rica, y no es feliz. Mucho menos, ahora que la riqueza es obtenida en forma ilícita, a través de la intoxicación, juegos de azar, prostitución, matanza de animales, estafas, etc.; porque en esta era no hay veracidad ni limpieza, ni misericordia, no hay compasión. No tenemos inteligencia ni fuerza física significativa. La gente utiliza su inteligencia para decorar sus cuerpos, adornándolos, para crear más problemas. Los líderes no están solucionando los problemas de este mundo; si resuelven uno, están creando otro, si tapan uno surge otro. La solución que dan es más grave que el problema mismo. Tienen un cuerpo dotado de inteligencia, pero solo lo utilizan para decir más mentiras, cómo matar mejor, cómo robar mejor, cómo dar más disfrute a este cuerpo.


Para engañar a los demás somos muy expertos, como la mayoría de los políticos. Por tanto ésta es la era de kali yuga donde predomina constantemente la apariencia, el engaño, el despotismo, el orgullo y la violencia, tan horribles que no se puede confiar en nadie. La gente dice: “solo en Dios confío”, pero ni eso, pues confiar en Él, significa respetar a los demás, llevar una vida de pureza.

La diferencia entre los seres humanos y los animales, es que los humanos seguimos una religión, principios morales; de lo contrario, no habrá diferencia, ya que el animal sólo vive para comer, dormir, hacer sexo y pelear; el ser humano estaría restringido a lo mismo. Si admitimos que sólo esto es la meta de la vida, entonces somos iguales a ellos: animales sofisticados con corbata.

El Srimad Bhagavatam dice que el materialista por la noche se ocupa en dormir o en la vida sexual, solo estas dos cosas; y en el día trabaja duro para mantener a la familia materialmente, sin preocuparse de su desarrollo espiritual o de llevarla hacia un estado de felicidad superior. Si esa fuera la meta de la vida, entonces solo seríamos iguales as los perros, seríamos animales sofisticados; lo que nos hace diferentes de ellos es la religiosidad.”

Tomado de “El primer Maestro Espiritual de Colombia”

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