domingo, 3 de enero de 2010

/ Si se me concediera.../ Edwin Way


¨Si se me concediera escoger las vistas, los sonidos y las fragancias del mundo de la naturaleza que más me gustaría contemplar, oír y oler en mi último día sobre la tierra, creo que escogería:

El canto claro, etéreo de un gorrión de cuello blanco al amanecer; el aroma de los pinos en mi habitación; el solitario reclamo del ganso silvestre; el vuelo de una libélula revoloteando bajo el sol; la voz del tordo ermitaño, a lo lejos, en los bosques sombríos al anochecer; y (el más vivo y conmovedor de los espectáculos) la blanca catedral de un cúmulo de nubes flotando serenamente en el azul del cielo.¨

fotos: kathalejo (Neiva)

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