Hasta ésta fecha 17 de diciembre, 2´121.894 personas están afectadas por las inundaciones y los deslizamientos de tierra causados por el crudo invierno que azota a buena parte de todo el territorio nacional. Hay 415 mil familias afectadas, 257 muertos, 75 desaparecidos, 695 municipios afectados, de los 1.100 municipios existentes en el país, tres mil viviendas destruidas, 303.155 viviendas averiadas y 678 vías afectadas. Para hacer frente a esta tragedia el Gobierno decretó el estado de emergencia social, económica y ecológica hace apenas dos semanas.
Los departamentos más afectados son: Bolívar, Magdalena, Cesar, Córdoba, Atlántico y Antioquia. Juan Camilo Restrepo, ministro de Agricultura, calcula que entre 900 mil y un millón de hectáreas se han visto afectadas por el invierno, esta superficie corresponde al 6% del total de las tierras productivas del país. Según la Federación de Ganaderos 50 mil vacunos se ahogaron y un millón y medio más han tenido que ser trasladados a partes más altas. Esta situación afectará la producción tanto agropecuaria como de carne y leche para el año 2011.
Hasta ahora el Gobierno, según la Oficina de Atención de Emergencias, informó que ha invertido 100 mil millones de pesos en auxilios de atención a los damnificados y el ministro del Interior Germán Vargas Lleras, ha señalado que el Gobierno dispone de 250 mil millones de pesos para cada uno de los tres primeros meses del año 2011 los cuáles señaló serán destinados para alimentación de los damnificados así como para la construcción de albergues y para el pago de arrendamientos. Al mismo tiempo señaló el Ministro que el Gobierno ha estructurado un plan que contempla tres etapas para la atención a la población damnificada: atención humanitaria inmediata, mitigación (plan de atención en salud y la reconstrucción de las vías afectadas) y la reconstrucción de los poblados y en general de la infraestructura afectada.
La tragedia: una oportunidad para salir del barro
Se lee en los periódicos y se escucha en las innumerables entrevistas de radio y televisión a funcionarios públicos que señalan que la crisis puede significar una oportunidad para salir del conjunto de problemas en que viven cientos de miles de familias en viviendas indecentes, sin servicios y construidas en materiales de desecho. Se nos dice que es el momento para replantear el manejo de nuestros ríos, de las poblaciones ribereñas que cuando llega el invierno viven con el agua al cuello. Esto es posible si hay un cambio de políticas públicas en el manejo del medio ambiente, de los códigos de explotación mineros, de los protocolos ambientales que deben aplicarse a las industrias contaminantes, de cláusulas muy exigentes en materia de explotación de los recursos naturales, de apoyo a la economía campesina y protección a los territorios de las poblaciones indígenas y afrocolombianas. Pero eso es lo que no se anuncia.
El Gobierno tiene la oportunidad de atender de manera digna a la población afectada. La única experiencia exitosa en esta materia fue la que se puso en marcha para hacer frente a la tragedia producida por el terremoto ocurrido el 25 de enero de 1999 en la región del eje cafetero, cuando se construyó el Fondo para la reconstrucción y el Desarrollo Social del Eje Cafetero, FOREC. Un organismo como ese podría atender de manera adecuada la actual emergencia social por la que atraviesa el país.
Pedro Santana Rodríguez
Presidente Corporación Viva la Ciudadanía
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