miércoles, 29 de diciembre de 2010

*/ uN aÑO qUE lLEGA y oTRO qUE sE vA.../ iVÁN dRAJOS


Llega Navidad, pasa Navidad

y la sangrienta huella

de los animales sacrificados para la cena

solo son anécdotas para el nuevo año

que se hunde en las entrañas del calendario


El pasado acumulado de instantes

se revuelve en el furor del vino,

y la natilla de natividad

se aplasta bajo las doce uvas de los deseos

cierran las maletas
y apuradas doblan las esquinas
al incesante bailoteo de las campanas de medianoche

Y de repente el año viejo estalla como bhuta enloquecido
Los recuerdos se fragmentan en la euforia

Se disuelven entre la algarabía de los abrazos.
El llanto se confunde con la risa

y entre abrazos

chasquean los besos como pólvora
y llueven como luces las promesas...


...mientras del otro lado del almanaque

la muerte agazapada bajo el ultimátum del instante

señala el horario de los adioses

iiiiiiiiiiiiiiiIván Drajosssssssssssssssss

Un año acaba y el otro empieza. El ciclo de la vida se reduce al incesante fluir del tiempo, que desmenuzado en instantes hila la existencia material. Segundos que se vuelven minutos. Minutos que se hacen horas. Horas que llenan los días. Días que se agrupan en semanas y meses, y estos a su vez en años, décadas y siglos.
En una espiral infinita en que la existencia humana se reduce a un parpadeo del infinito tiempo. El gran subyugador, el inconquistable e inagotable tiempo que todo lo aniquila, y que a decir de Srila Prabhupada es Krishna mismo,

¨El aniquilador Supremo, porque el tiempo lo mata todo¨.

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