miércoles, 18 de marzo de 2009

*/ Lo sublime de dar a los demàs lo mejor que uno tiene / Srila Guru Maharaj /


"UNO HACE UN TEMPLO EN SU CASA CUANDO HACE UN TEMPLO EN SU CORAZÒN..."

Cuando Srila Prabhupada estaba muy enfermo, casi listo para dejar este mundo, cualquier noticia de la prèdica que le llegaba lo hacía reaccionar como a un muchacho de 15 años entusiasmado por algo.

La tecnología es como un carro bala que vuela a 1000 kilómetros por hora pudiendo matar en cualquier momento. Si es utilizado perfectamente nos lleva más rápido al sankirtan pero si no prestamos humilde atención, nos puede poner rápidamente en un cajón.

Cada uno es un ego aparte y no queremos reconocer al centro. Venimos a este mundo material para curarnos de eso pero, ¿Cual es ese centro?

Los que están interesados en cosas carnales no están interesados en la vida espiritual. Los interesados en la vida espiritual saben cual es el centro. Cuando el ego es conectado con el centro es muy valioso pero si no, no vale nada, es como una puerquita. Por ejemplo, si yo le digo: "Le voy a dar un regalo muy especial", entonces usted me pregunta: "Qué es?" y yo le digo: "Es una puerquita". Usted se queda confundido: "¿Cómo que una puerca, es algo especial?".

Si yo hago algo que no estoy seguro de hacer, entonces ¿Cómo sé que me va a hacer feliz? ¿Qué te va a hacer feliz? Ni tu hijos, ni tu mujer, ni los científicos de la universidad. Solamente el centro lo sabe.

Nada puede satisfacer al papá. Para satisfacer a tu papá no tienes que hacer sufrir a tus hermanos. Este es un requisito para saber cual es el centro. El centro es Dios y Dios no es barato. A Dios se le conoce sólo cuando él se deja conocer. El esposo no quiere que la esposa lo conozca bien. Lo que el quiere es que la esposa lo quiera mucho. El centro es el centro. Al centro tenemos que ponerle atención, ¿Cómo tu te vas a poner en el centro del universo?

Así mismo, tenemos una invitación a Vrindavan, por que el centro de esta tierra esta allá. En realidad, el centro quiere que nosotros nos volvamos buenos representantes de Èl. Amar al prójimo, eso significa: dar a los demás lo mejor que tienes.

En este mundo tenemos muy limitada atención a otros. A la vez uno también quiere ser aceptado, por eso buscamos un maestro espiritual. Uno necesita un guía para saber si

Dios acepta lo que uno hace. Uno se limita demasiado. Quizás no podemos hacer un templo, pero podemos hacer uno en nuestro corazón ¿Qué nos falta?

En verdad nada, pues; sadhu sanga, las escrituras y el kirtan nunca faltaron en nuestra vida para poder hacer de nuestro corazón un templo. Uno hace un templo en su casa cuando hace un templo en su corazón y podemos traer Vrindavan a nuestra casa, a nuestro corazón.

Vrindavan es la tierra en donde verdaderamente debemos estar, por que ahí Dios acepta nuestro servicio. Conciencia de Krishna es la perfecta orientación para hacer de nuestra vida algo muy brillante.
Srila Paramadvaiti Swami

Fuente: gurumaharaj.net
Transcripción: Vrindavanesvari Devi Dasi, México-Yatra

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