Muchas actividades humanas son mal llamadas “profesiones”, digo esto porque, en vez de beneficiar, perjudican a la comunidad.
Podemos encontrar ejemplos de esto en el diario vivir: la medicina abortiva, el tráfico de armas, la venta legal o (ilegal) de drogas, los ingenieros forestales que apoyan la tala indiscriminada de árboles, los científicos que hacen experimentos genéticos, etc.
Realizar este tipo de trabajos sólo genera tristeza y angustia, porque la existencia de cada hombre, mujer, niño o anciano es una ofrenda de vida para descubrir el Amor Universal, basado en principios de respeto y espiritualidad.
El servicio amoroso a todos los seres es una característica intrínseca de los seres humanos, por ejemplo: la maternidad, la educación con valores, el cuidado de los animales y la naturaleza, son cualidades que demuestran el nivel de avance de una sociedad. Nunca lograremos paz si vivimos atormentados por el temor. Una profesión dañina no genera alegría ni bienestar, sólo transmite violencia y miedo.
Este es un llamado a la razón, para que juntos logremos remover las nubes que cubren nuestros ideales. Es desconsolador observar cómo la ambición de poder y dinero gobiernan la sociedad, causando la muerte de niños no nacidos, destruyendo familias o inventando guerras.
Cualquier actividad que perjudique a otros, nos aleja del amor, por esta razón debemos luchar por apreciar a todos los seres de la creación. Para terminar, les comparto esta sencilla frase que puede ser entendida como la clave del éxito: “Vida sencilla, pensamiento elevado”. Siempre que el olvido nos envuelva, meditemos en ella.
Srila Paramadvaiti Swami
Fuente: Boletín Darshan
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