DE CARA a la luz avergonzada de la luna, tenía que ser ella. En sus ojos la tristeza cruel de un adiós entre la sangre. En sus labios, la evidencia trágica de un beso muerto en la mudez infame de la perfidia, ilumina la piel manchada de la noche.
En sus manos el arma del delito destila la miel de la venganza. A su lado la negrura fúnebre y punzante de un cruento adiós, en la puñalada trapera de una despedida de muerte.
Muere el amor, muere la fe, muere la vida, y el desprecio troza el corazón usurpado de ilusiones, añagazas y agonías. Ñapa del crimen: virulencia y saña en el agravio del dolor y el desencanto. Oración de arrepentimientos vanos en la pretensión de zanjar a cuchilladas la dolorosa traición de un beso.
Fuente: www.kadaberexquizito.blogspot.com
La Guerra de Ucrania y del Peloponeso
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Los ricos hacen las guerras y los pobres, los pringados, mueren en ellas.
Me imagino la escena, ingleses y franceses en un campo de batalla sin nadie
que l...
Hace 1 año
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