Guardianes de un conocimiento puro y antiguo, cuya transparencia y fidelidad hacen de este legado el más grande tesoro para la salvación de la humanidad. Transmitida de maestro a discípulo en una cadena de sucesión discipular que se remonta en el infinito hasta la fuente divina del amor puro: Dios.
A pesar de que al interior del ser humano subyacen verdades eternas, nuestra identificación con los planos de la existencia material tienden cortinas de olvido, que hace necesaria la aparición, de tiempo en tiempo, de innumerables avatares, mensajeros de luz y sabiduría para despertar conciencia y restablecer nuestra fe y condición divina.
Portadores de dicho mensaje de amor y redención, maestros entre otros como Su Divina Gracia Srila Bhaktivedanta Swami Prabhupada, llegaron a occidente trayendo el mensaje inmemorial de los vedas, contenidos en las enseñanzas nectáreas de Sri Caitanya Mahaprabhú, el llamado “avatar dorado”, quien hace quinientos años trajo el canto sagrado de los santos nombres de Dios. El maha mantra Hare Krishna: un regalo divino para la humanidad ansiosa de una respuesta celestial a los malestares del alma.
Pero el encuentro con el maestro tiene un significado invaluable y trascendental. Su presencia como “piedra de toque” es una puerta abierta al mundo espiritual. Es el puente entre lo humano y lo divino. Mensajero de una bendición suprema, sus palabras espiritualizan la existencia del afortunado que lo halle en su camino y atienda sus instrucciones.
sU dIVINA gRACI a.c bHAKTIVEDANTA sWAMI pRABHUPADA...kY...jAY!!!!
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